PORQUÉ DAMOS TANTA IMPORTANCIA A NUESTRA IMAGEN
4ª /10 PARTE “EL MIEDO AL RECHAZO”
- EL MIEDO AL RECHAZO
- EL DAÑO PSICOLÓGICO
- LA EDUCACIÓN EMOCIONAL
- PORQUÉ DAMOS TANTA IMPORTANCIA A NUESTRA IMAGEN
- COMPRENDER LOS MECANISMOS DEL PENSAMIENTO
- EL PASO HACIA LA INDEPENDENCIA EMOCIONAL
- CUANDO NOS RECHAZAN PERSONAS QUE NO NOS CONOCEN
- ES HORA DE COMENZAR A VIVIR PLENAMENTE
- CÓMO HACER DESAPARECER EL MIEDO
- MUESTRA TU VALOR ÚNICO
NUESTRO AUTOCONCEPTO
Todos tenemos una imagen de nosotros mismos, de lo que somos, de cómo nos vemos, es lo que se llama en psicología “autoconcepto”.
Es la opinión que tenemos de nosotros mismos y que generalmente suele ser buena, porque tendemos a ignorar las variables que consideramos no acordes con el conjunto que hemos querido crear de nuestra personalidad.
Nos gusta sentirnos que somos especiales, que aportamos valor e incluso en algunos aspectos buena gente y por eso pensamos que todos nos tendrían que querer bien.
El autoconcepto no es lo mismo que la autoestima, pero viene de alguna manera retroalimentado positiva o negativamente del entorno social en el cual nos movemos.
Por eso si no nos sentimos aceptados socialmente, nuestro autoconcepto entra en conflicto y influencia negativamente la nuestra autoestima.
El autoconcepto son las creencias e ideas que percibimos de nosotros mismos, en cambio la autoestima es propio la valoración que hacemos de estas ideas y creencias.
Cuando sentimos que la gente no aprecia nuestro trabajo, nuestro talento, nuestra compañía o incluso nuestra simple presencia, sentimos una discordancia con nuestro autoconcepto.
No entendemos porqué la gente no nos quiere y no nos aprecia, entramos en una confusión que a veces nos lleva a cuestionarnos si nuestro autoconcepto es equivocado.
Damos más valor a las ideas y concepciones de los otros que a las nuestras propias, de consecuencia nuestra autoestima baja, a veces de forma dramática, provocando depresión y ésto es un error que tenemos que evitar por nuestro bienestar psicológico.
NUESTRA AUTOESTIMA
El hecho que una opinión sea más popular o que venga de una persona significativa para ti o para los demás, no significa que sea más válida que la tuya. ¿Porqué razón tendría que serlo?
¿Porque es mayor el número de gente que piensa de la misma manera? o ¿porque es la opinión de una persona reconocida como influyente o “popular” en tu entorno o en la sociedad, y por eso en algún modo es más valiosa que la tuya?
¿De verdad crees, que si una persona no te considera adapto para ser su pareja, es porque hay algo en ti que no va? Absolutamente no. No es suficiente para justificarlo, carece de consistencia lógica.
Puede ser que no seamos perfectos, pero eso no es lo que mueve a una persona a tomar una decisión. Aunque en ocasiones parezca que así lo sea, fundamentalmente no son nuestros “defectos” los que hacen que alguien tenga una opinión negativa de nosotros.
Sino, ¿cómo explicamos que a veces, gente con evidentes defectos son aceptadas en un grupo; y en otras ocasiones personas que no tienen objetivamente tantos defectos son rechazadas, aparentemente sin motivo?
Y que me dices de la típica pregunta que suelen hacerse las mujeres cuando son rechazadas por sus parejas y reemplazadas por otra: ¿qué tiene ella que yo no tengo? Seguramente nada, o mucho, dependiendo en qué sentido se hable.
Pero lo importante no es eso, lo verdaderamente importante es que él, ha decidido así, movido de sus propias motivaciones internas, que ni menos conocemos, y que tal vez, ni él mismo conoce conscientemente; pero que son la causa por la cual ahora cree que es más conveniente cambiar de pareja.
Detrás de esa opinión, hay todo un complicado mecanismo de motivaciones internas, que no dependen de cómo somos nosotros como persona; sino de lo que creen que es más conveniente para ellos en ese momento.
El estado emotivo y psicológico de ese momento puede influenciar. Incluso intereses más prácticos como alcanzar un objetivo profesional o económico, pueden determinar una opinión.
Hay muchas variables externas a “nosotros”, por las cuales las personas tienen una opinión sobre los demás.
Pero lo que verdaderamente interesa, es que es simplemente una opinión, no un verdadero valor objetivo de nuestra persona. Y como tal no puede ser considerado válido, aún cuando es positivo.
La independencia emocional nos permitirá valorarnos según nuestro criterio personal, real y objetivo, sin necesidad de condicionamientos externos.
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