EL HOMBRE MÁS FELIZ DEL MUNDO
Si hay un deseo universal entre todos los humanos es el de ser feliz, aparte el de codiciar grandes sumas de dinero y fama dirán algunos. Pero éstos últimos son para quien no sabe lo que realmente importa en la vida.
Matthieu Ricard lo ha entendido muy bien, por algo lleva el título (para mí el más sublime que se pueda desear) de “hombre más feliz de la Tierra”. Y su “truco” parece fácil y es el de “no apegarse a las cosas y hacer el bien a los demás”.
Hijo del renombrado filósofo francés Jean-François Revel y de la artista Yahne Le Toumelin se doctoró en genética celular en el Instituto Pasteur. Después decidió retirarse como monje budista hacia una vida de contemplación y altruismo practicando el budismo tibetano en el Himalaya donde vive desde hace más de 40 años.
Hoy día tiene 75 años y es además de monje budista, autor, fotógrafo y traductor. También realiza contribuciones científicas como miembro en la Mind and Life Institute y ejerce de intérprete de francés al décimo cuarto Dalái Lama Tenzin Gyatso.
Dona todos sus beneficios (libros, fotografías y eventos) a la asociación humanitaria fundada por él hace unos 20 años, Karuna-Shechen, la cual desarrolla más de 250 proyectos humanitarios, educativos, médicos y sociales destinados a las poblaciones más necesitadas de la India, Nepal y Tíbet, asistiendo a más de 300.000 personas.
Fue discípulo del maestro Dangyur Rinpoche, con él aprendió las enseñanzas ancestrales de la antigua escuela y tradición budista Nyingma (a diferencia de otras escuelas de budismo tibetano no tienen líder de linaje ni jerarca oficial, sino un representante para los eventos). Después sería discípulo próximo de Dilgo Khyentse Rinpoche. Hoy día reside en el monasterio Shechen Tennyi Dargyeling en Nepal.
UN RÉCORD DIFÍCIL DE SUPERAR
Tal vez alguno se siente en grado de desafiar este peculiar título de “hombre más feliz del mundo”, pero advierto que aunque parece sencillo, también sospecho que requiere bastante entrenamiento, estudio y voluntad. Por lo que al menos yo me conformaré por el momento por ser un humilde pupilo inexperto dispuesto a escuchar atentamente y aprender.
Nuestro excepcional maestro en este artículo, Matthieu Ricard prestó su cerebro para un estudio neurocientífico al Waisman Center de la Universidad de Wisconsin–Madison en junio del 2008.
El objetivo era determinar cuales son los efectos de la meditación en el cerebro. Para ello estudiaron la actividad cerebral de los voluntarios entre ellos 15 monjes budistas grandes profesionales de la meditación, entre los cuales estaba también Matthieu Ricard.
El experimento consistía en registrar la actividad cerebral en las zonas asociadas a las emociones positivas y observar si en ellas se detectaban niveles de estrés, irritabilidad, enfado, placer o satisfacción. Para ello colocaron una red de sensores geodésicos de 128 canales en el cráneo de los voluntarios y les hicieron una resonancia magnética nuclear fMRI con la cual captaron las imágenes de la actividad cerebral.
La escala varía de + 0,3 (nivel infeliz) a – 0,3 (éste último considerado estado de máxima beatitud). Matthieu Ricar alcanzó resultados de – 0,45, una cota superior nunca alcanzada antes por ningún otro ser humano. Logró el más alto nivel de actividad en la corteza cerebral pre-frontal izquierda, que se asocia a las emociones positivas.
“Ocurre que en las neurociencias, cuando uno genera un determinado estado de la mente que quizá no es felicidad pero sí compasión o amabilidad amorosa, eso dispara unas olas cerebrales que en mi caso fueron de una amplitud que nunca habían sido registradas en las neurociencia. Pero no se trata solamente de mí, le puede ocurrir a cualquier persona que medita desde hace muchos años y que haya realizado entre 20 y 50 mil horas de meditación.”
LA FELICIDAD: ¿UNA UTOPÍA INALCANZABLE?
El mensaje de Matthieu Ricard es claro y ineludible: es posible ser feliz. Pero requiere tesón, algo con lo que no todos están dispuestos a empeñarse, porque parece más cómodo y menos trabajoso quedarse en nuestra ya conocida y habitual zona de confort, y conformarse.
“A los intelectuales parisinos no les gusta mucho la felicidad. Pero después el público dice: «¡Eso está mal, nosotros queremos ser felices!» (risas) ¿Quién se levanta a la mañana y dice «quiero sufrir todo el día»? Básicamente, algunas personas no ven cómo cultivar las habilidades que se necesitan para la felicidad. Ellas requieren de algún esfuerzo y algunos prefieren no hacerlo. Entonces es más fácil decir «no existe algo así como la felicidad». O «está bien estar aburrido, estresado, la vida es así, más colorida». Es como ir a un lugar bonito en medio de la naturaleza y decir «extraño los embotellamientos», «extraño la sala de emergencias del hospital». ¡No, por supuesto que no!”.
EL SECRETO PARA SER FELIZ
LA MEDITACIÓN TE AYUDA A SER FELIZ
“La felicidad es una habilidad y todos pueden adoptarla. La meditación te ayuda. Alcanzar el bienestar a pesar de la dificultades cotidianas.”
Según parece uno de los trucos que más ayudan es ser altruista. Y también la meditación, que te ayuda a superar los miedos, traumas, prejuicios y adiciones, es decir te ayuda y te enseña cómo sortear todos los obstáculos que te pueden impedir ser feliz.
“La meditación te ayuda a conseguir tus recursos internos para lidiar con los altos y bajos de la vida. Con ella uno es menos vulnerable, menos inseguro. Entonces uno sabe, que sin importar lo que ocurra, uno va a estar bien. Incluso ante pequeñas tormentas o dificultades.”
LA LIBERTAD INTERIOR
Tu mente puede ser tu mejor amigo o tu peor enemigo, dependiendo del tipo de pensamientos que merodean dentro de ella. Por eso es importante no depender de ella, y liberar la mente.
“Uno tiene una mente y debes lidiar con ella desde la mañana hasta la noche. Esa mente puede crearte un montón de problemas pero también puede producirte un montón de satisfacción y felicidad. Del mismo modo en que nos ocupamos de nuestra salud física y nuestro aspecto físico, ¿por qué no ocuparnos de nuestra mente, que algunas veces puede ser nuestro mejor amigo y a veces nuestro peor enemigo? Si todo parece lucir bien en el exterior pese a que tu mente esté totalmente deprimida luego no vas a disfrutar de nada. Pero si tu mente está equilibrada, fuerte, libre, incluso enfrentando alguna dificultad, no serás tan débil o fácil de desestabilizar. Entonces es crucial lidiar con nuestras propias mentes.”
Conseguir una independencia emocional es posible e importante, pero hay que adiestrarse hasta adquirir un cierto control sobre nuestras emociones. Conocer y comprender los mecanismos del funcionamiento de la mente te permitirá conocer porqué ciertas emociones te impiden ser feliz y advertirás que es más inteligente y útil controlarlas, limitarlas y apartarlas. Comprenderás cuales son y porqué se producen esas tendencias habituales a tener pensamientos negativos, celos, ansiedades, frustraciones. No ser esclavo de tu mente te permitirá ser libre y te dará la posibilidad de ser feliz.
“Si uno vive su vida de una manera más equilibrada y menos estresante, de todos modos uno tiene que pagar sus cuentas, se ocupa de sus hijos y hace todo pero con más resiliencia, con más fortaleza, con más libertad. Pero de este modo no somos tan esclavos de todas esas condiciones. Haces lo mismo pero con una mente más equilibrada y más feliz, con otra perspectiva mental. Y eso hace una gran diferencia al final del día, especialmente pensando en lo referido al stress. ¡Pero no quiere decir que porque medites vayas a dejar de pagar tus cuentas!”
La libertad interior se consigue con el despego. Buda decía que lo que nos crea frustración es la expectativa. El deseo de conseguir cosas materiales, el protagonismo y el reconocimiento. Sin embargo según los expertos “en ser feliz”, la paz de espíritu se consigue cuando no estás pegado a las cosas, cuando no buscas un interés egocéntrico.
Según Matthieu Ricard las cosas materiales se convierten en algo que te atan, que te atrapan y no te dejan ser libre. En realidad no se necesitan tanto como la sociedad quiere hacernos creer. Y desde luego no se necesitan para lograr ser feliz. A nuestro maestro sólo le entristece la injusticia social, la discriminación, la explotación humana y de los animales, y todo lo que sea ayudar al prójimo es lo que realmente le aporta felicidad.
“Yo puedo disfrutar de cierto tipo de libertad porque tengo la posibilidad de decidir la dirección de mi propia vida, lo que creo que es una muy buena cosa.”
BIENESTAR ES EL VÍNCULO CON LOS DEMÁS
“Si uno se siente menos vulnerable está más abierto a los demás. Entonces la relación con los demás mejora y eso es algo enorme para tener menos stress, menos enojo, menos resentimiento. Tener una relación con los demás naturalmente buena es un gran activo en esta vida.”
La independencia emocional te permitirá ser menos vulnerable, y este estado te hará sentir mejor, más seguro y de consecuencia no te sentirás amenazado ni incómodo cuando estés con otras personas. Te sentirás de manera natural más abierto a los demás, y entonces podrás beneficiarte del bienestar que aporta compartir con tus símiles la amabilidad y la sensibilidad, la comprensión y el interés sincero, la consideración y el respeto, los recursos y los conocimientos. Compartir te ofrece la emoción de sentirte alegre por haber hecho el bien y te da esa satisfacción de lo que algunos llaman beatitud.
CIENCIA Y RELIGIÓN: DOS MUNDOS MUY DISTINTOS Y UN PUENTE PARA UNIRLOS
“La ciencia es un abordaje riguroso de la realidad. Y uno de los objetivos del budismo es aproximar la brecha entre la apariencia y la realidad e investigar cómo funciona la mente, de investigar los estados de sufrimiento y felicidad.”
QUÉ ES LA FELICIDAD
Matthieu Ricard nos propone la felicidad como una “aptitud” ante la vida. Un modo de ver y vivir la vida poco habitual en nuestra sociedad, pero que según él es una forma acertada e inteligente para dar sentido, valor y bienestar a nuestra existencia. Es una manera de ser y sentir los estímulos que nos impactan de un modo más beneficioso y conveniente.
“La felicidad no debería confundirse con la sucesión interminable de episodios placenteros. Esa es la receta para el agotamiento, no para la felicidad (risas). La felicidad es una manera de ser, es una manera de ser que viene con el cultivo de un número de cualidades humanas, que son las mismas: libertad interna, paz interior, fortaleza interior, amabilidad, compasión. Si uno cultiva eso a través de su experiencia de vida y lo posibilita a través del entrenamiento mental, entonces uno logra una manera de ser que es más saludable. Y, nuevamente, eso te da las herramientas para lidiar con los altos y bajos de la vida.”
ENSEÑAR A SER FELIZ
Los objetivos y los métodos de la educación están enfocados de manera equivocada, no proporciona los instrumentos necesarios para formar personas con una mente libre, condición indispensable para comprender lo que más te conviene y por tanto optar por adiestrarse a ser feliz. La sociedad está formando personas incapaces de ser felices, esclavas de emociones, deseos y pretensiones impuestas como necesarias por una sociedad que utiliza el engaño y el fraude.
“¿Qué tal si cultivamos cualidades humanas en lugar de ser los primeros en matemáticas, los primeros en esto o aquello? ¿Qué esperan los padres de sus hijos? ¿Que sean felices, equilibrados, buenas personas en la familia, buenas personas en la sociedad? ¿Y qué les enseñamos? A resolver ecuaciones matemáticas, a recopilar la mayor cantidad de información posible. ¡Por supuesto que todo eso es útil! Pero, al final, lo que uno quiere es que la educación produzca a una buena persona, una persona buena y feliz. Este hoy no es el foco principal de la educación y debería serlo.”
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