MICHELANGELO “EL DIVINO” 12 HECHOS CURIOSOS SOBRE LA VIDA Y LA MEMORIA DEL ARTISTA
Muchos lo recordarán en las lecciones de historia del arte como uno de los artistas icónicos del Renacimiento, junto con Leonardo Da Vinci y Raphael. Pero Michelangelo Buonarroti es desde tiempo distinguido y aclamado por todos por su enorme importancia en la cultura general de todo el mundo.
Miguel Ángel era por naturaleza un virtuoso, un verdadero y propio artista absoluto: su creatividad e ingenio no tenían límites de espacio o medio, de hecho, fue un escultor fantástico en el que recordamos obras como la Pietà y el David, que es el más conocido, pero fue también un pintor de renombre en su época, como ahora, además hace de testimonio la gran participación anual de visitantes a la Capilla Sixtina en el Vaticano, así como un erudito apasionado y escritor de poemas por añadido.
Era todo un multifacético el nuestro Miguel Ángel.
Y no podemos negarle que hizo todo esto con una elegancia y una gracia poseída de pocos.
De tantos años pasados en nombre del arte y la imaginación, pero también de todas esas vicisitudes que en la Florencia renacentista hacían que la profesión de artista fuera más compleja pero también más interesante, incluyendo tramas, rencores y cualquier otra cosa. El legado de este fabuloso e introvertido personaje está lleno de anécdotas y curiosidades que enriquecen aún más la fama y la notoriedad de por sí exorbitante que ya posee.
Y siendo la escultura su verdadera pasión entre las muchas ramificaciones artísticas en las que se deleitó, comenzamos con la obra escultórica más famosa: el David de Miguel Ángel .
LOS ORÍGENES DE LA ESTATUA MÁS FAMOSA DEL MUNDO
Es normal preguntarnos, delante a obras de tal esplendor y habilidad técnica y artística, cómo estos grandes artistas, aún siendo humanos, pudieron estar a la altura de crear del agreste mármol o de los blancos lienzos estas grandes obras maestras.
Pero Miguel Ángel quería superarse a sí mismo. No quería permanecer en lo ordinario y en lo descontado, como todos hacían. No bastaba ser bueno, quería un reconocimiento superior que sentía de meritar.
Por esta razón, en un día cualquiera del 1501, mientras reflexionaba sobre su próxima obra escultórica, le vino en la mente el recuerdo de un particular bloque de mármol que había sido rechazado, no por uno sino más bien por dos artistas, dejado allí incompleto y olvidado por más de 25 años.
Y entonces decidió que aquel sería un desafío a su altura.
Ese mármol había sido descartado debido a la mala calidad del material, después de que los artistas Agostino Di Duccio y Antonio Rossellino que habían ya trabajado previamente en él, lo habían abandonado después de esbozarla apenas en una figura humana con un perfil poco uniforme.
Pero en su mente llena de inventiva y altanería, era fuerte el pensamiento que era más una cuestión de talento que de otra naturaleza y que ese bloque estaba esperando a alguien que, como él, fuera capaz de trabajar con cualquier cosa y convertirlo en una obra de arte de excelencia sin igual.
Y así es como en solo tres años, el joven Miguel Ángel de veintiséis años creó al David de la tradición bíblica en su representación artística más famosa.
No es la primera vez, ni la última probablemente, que grandes obras han sido concebidas no solo por la creatividad y el genio de los artistas, sino también por su parte más humana y terrenal que los inunda con sentimientos como la insolencia y el rencor.
Si tienes curiosidad por saber qué otros artistas famosos, en este caso escritores, quedaron atrapados en ese sentimiento de revancha el cual dio vida a sus historias más aclamadas, ¡haga clic aquí para leer el artículo sobre ellos! (tal vez mejor después de haber terminado de leer este, ¿qué dices? Verás que también este es interesante)
EL GRAN DAVID
Muchos hemos visto esta conocida estatua un poco por todas partes: en la escuela en clases de arte, pero también en la publicidad, en la cultura en general e incluso en las redes sociales.
Pero solo aquellos que realmente han ido a verlo a Florencia, donde se encuentra en la Galería de la Academia, se encontraron con una sorpresa inesperada, al menos para aquellos que no estaban atentos a los detalles de la obra.
De hecho, lo que encontrarás delante de ti es esto:
Muchos cometieron el error comprensible de imaginar la estatua a escala humana tanto que nos hemos acostumbrado a verla en las fotos e ilustraciones sin ninguna referencia de proporción que pueda hacernos intuir esos 5 metros de altura.
Sin embargo, el David se eleva como una columna en su grandeza y perfección, mientras nos paramos a sus pies sintiéndonos minúculos frente a este «Gigante», nombre con el que se llamó la estatua antes de que Miguel Ángel sehiciera cargo de ella.
Es una cuestión de ubicación y perspectiva después de todo. Y es exactamente de esto de lo que trata la próxima curiosidad.
EL PUNTO DE VISTA IMPORTA
Tanto fue preciso en los detalles físicos como estructurales, Miguel Ángel no se dejaba nada escapar. De hecho, el término ingeniero podría atribuirse a él por la complejidad que requería calcular y evaluar las medidas de sus obras con respecto al punto de observación y a las dimensiones, que ciertamente no olvidó con su David .
Si nos detenemos fuera del Palazzo Vecchio donde se encuentra su copia y nos posicionamos para observarla directamente, nos daremos cuenta con un poco de atención de que su cuerpo no es proporcional. A lo que nos asaltaría la duda de que pudiera haber habido un error de algún tipo en su realización, incluso si esto está poco coherente con lo que acabamos de decir de nuestro artista preciso y meticuloso.
Este es solo otro de los ingenios empleados por Miguel Ángel, porque la obra fue creada considerando el área debajo de ella como punto de vista del observador y por lo tanto, aparecerá correctamente solo si se ve desde abajo.
Uno de los muchos ejemplos sobre la importancia de la perspectiva en el arte, tanto es así que muchos escultores y pintores dedicaron parte de su estudio a la zona de colocación de la obra y al entorno circunstante, evaluando herramientas para mejorar y modificar la perspectiva de acuerdo con su criterio y relevancia, como por ejemplo, plataformas giratorias para facilitar una vista completa de 360 grados de la obra, espejos de luz para crear reflejos en ciertas partes y muchos otros «trucos» del oficio .
CRISIS DE INFERIORIDAD
Ahora está claro que Miguel Ángel ciertamente no es una personaje desconocido y su talento lo precedía en su tiempo en las calles de Roma y Florencia de la Italia renacentista; pero incluso en los días más cercanos a los nuestros no ha hecho más que aumentar el eco de su notoriedad, incluso hasta el punto de convertirse mundial, lo cual no es poca cosa.
Con tanta fama, sin embargo, también surgen muchos inconvenientes. Los VIP de los eventos actuales pueden confirmar esto, acosados por los paparazzi y por los numerosos fanáticos que por una razón u otra se han apegado a ellos, algunos incluso por obsesión.
Y es precisamente debido a uno de sus «fans», o debería a este punto llamarlo fanático, que el pobre David, sin darse cuenta de la fama de su creador, perdió una parte de su dedo del pie izquierdo, exportado con un batacazo de martillo en un golpe furioso e incontrolado en el no tan lejano 1991.
El hombre responsable de este gesto bellaco, había caído en una fuerte depresión de la que no sabía cómo salir ni encontraba razones en su vida para hacerlo. Entre las diversas crisis psicóticas que sufría, se había agarrado a la decepción de su profesión artística, siendo también él un escultor y pintor al igual que nuestro predilecto, pero cuya carrera se había precipitado en un oscuro abismo de fracasos y amargura.
En muchas partes, su vida se asemeja a laexistencia anónima de Arthur Fleck en la película ganadora en los Oscar Joker (2019), donde incluso aquí, la esquizofrenia lo había llevado a reflejar sus propias frustraciones personales y sociales en una envidia irracional e impetuosa hacia todos aquellos autores exitosos que habían vivido su sueño como artista, como lo fue el de un comediante para el Joker interpretado magistralmente por Joaquin Phoenix .
La visión de la estatua de David, por lo tanto, actuó como un catalizador, desencadenando en él una fuerte crisis destructiva contra la desprevenida obra.
Cuando fue detenido por los visitantes y llevado por los agentes de seguridad, en una declaración se encontró afirmando que la razón de sus acciones radicaba en la naturaleza ambigua y oculta de la estatua, que era tan sublime como maligna era la esencia que se escondía en su interior. » David es demasiado hermoso, emana flujos dañinos «, comentó entre otras cosas en su diálogo alienado.
Estas fueron sus palabras reveladoras, presumiblemente dictadas por su condición psíquica, pero que ciertamente nos dejan con una curiosa anécdota para reflexionar.
Aunque Miguel Ángel era un virtuoso muy versátil en las diferentes formas de arte más comunes de ese momento, se puede decir que la pintura fue la que menos alegraba sus días, pero que, por ironía de la vida, también fue la que más le requerían y comisionaban de realizar tanto los mecenas como los hombres ilustres y cortesanos.
Entre las muchas obras maestras, todos podemos estar de acuerdo en que su mayor logro fue el que se llevó a cabo en la Capilla Sixtina, es decir, la del Juicio Final. Ahora hablaremos de los eventos peculiares que rodean esta obra de arte.
INTRIGAS Y RIÑAS EN LA CORTE PAPAL
Es tan extraño y fascinante como, observando la pared tan magníficamente pintada de la Capilla Sixtina y todas esas figuras inocentes y celestiales, la evidencia física de aquel artista y de su vida no es todavía suficiente para dejar de imaginar todas las historias que se esconden detrás y que a menudo ni siquiera tiene que ver con el arte.
Por lo tanto, debemos agradecer a los historiadores de la época, como Giorgio Vasari y a todos los que se esmeraron para transcribir las vicisitudes que ocurrieron detrás de los escenarios artísticos y que documentaron todas las situaciones humanas y de poder que no podían filtrarse de las pinceladas, aunque tan excepcionalmente realizadas por los artistas.
De hecho, se sabe que el Juicio Final fue una obra que trajo mucho resentimiento en la vida de nuestro artista y ahora explicaré por qué.
Comencemos de inmediato con el hecho de que Miguel Ángel no quería llevar a cabo esta comisión del Papa Julio II de la Rovere desde el principio, tanto porque no le gustaba demasiado pintar, como porque en ese momento ya se le había asignado la tarea de construir la tumba del mismo Papa, un colosal proyecto escultórico colosa, lleno de dificultades de ejecución y técnicas, así como lleno de chismes y críticas relacionadas con los rumores sobre el supuesto favoritismo del Papa hacia un artista tan joven al que se le había confiado un trabajo tan grande e importante.
Sin embargo, Miguel Ángel no lo había dado tanta importancia, gracias a las nuevas no obstante arduas perspectivas de trabajar en un proyecto dedicado a esculpir, su pasión principal, por lo que le había atraído una inspiración y alegría inusuales, lo cual era raro dado su mal humor habitual.
Desafortunadamente, como era de esperar, muchos de sus colegas que ya temblaban de ira y envidia durante la preparación de la composición, hicieron todo lo posible para impedir y obstaculizar la realización efectiva del proyecto, hasta el punto de manipular al mismo Papa para hacerlo creer que la construcción de su tumba en ese momento preciso, cuando el objetivo del poder pontífice era hacer elevar su figura y grandeza eran ya múltiples y este por la idea que daba no era muy recomendable.
Entonces, Miguel Ángel pronto se encontró con un proyecto inesperadamente interrumpido después de tanto trabajo y dedicación y un Papa desilusionado y poco incline a cambiar de opinión para no «gafar» los años de vida próspera que le quedaban, preparando su muerte de antemano.
Aunque Giulio della Rovere no tenía intención de rechazar a Miguel Ángel y todavía quería aprovechar su maravilloso talento para otros proyectos, el aire que se respiraba en ese momento era tan tenso debido a los otros artistas de la corte que procuraban y minaban su fama y su persona, quese encontró a aprovechar de la situación huyendo de Roma para no someterse a las superficialidades maliciosas y los juegos sucios que no se acercaban a su valor de profesional y maestro de arte que era, sin mencionar la gran decepción por la ilustre argucia de la Tumba Papal dejada incompleta, una peñasco artístico que pesaría sobre él hasta el final de sus días.
Pero ser uno de los personajes más disputados en la escena artística también significaba que no se podía simplemente «ir » a Florencia y vivir la vida serena como si nada hubiera fuera, especialmente por haber dejado a un Papa herido en el orgullo, irritado por su fuga y con la intención cada vez más decidida de hacer de Miguel Ángel el trampolín de éxito para su carrera pontífica, ciertamente recordada en los años venideros.
Y esta reacción era de esperarse, después de todo su apodo era «El Papa Terrible» y se lo había ganado por alguna razón.
Julio II de la familia Rovere, el Papa considerado un poco por todos como el fundador de los museos del Vaticano, era un individuo con un intelecto y astucia notables, que después de haber sido camelado dejándose quitar el puesto de pontífice por el rival de la familia Borgia, se las arregló para ser elegido después de su muerte, engatusando con falsas promesas a los mismos miembros de la familia opuesta y luego engañando a todos con una estrategia astuta y despiadada una vez que había obtenido el poder tan añorado.
La característica de muchos miembros del clero y pontífices de la era del Renacimiento era la de dedicarse al mundo del arte como símbolo de riqueza y estatus social del que la Iglesia era soberana. Y Julio II Della Rovere era un conocido mecenas, ya que también sentía que el esplendor y la magnificencia que el Vaticano exhibía en sus basílicas y capillas era un símbolo de su supremacía, poder y potestad.
Para ello, eligió con mucho cuidado a los artistas que representarían el poder del Vaticano y Miguel Ángel fue uno de los seleccionados dada su superioridad artística y el reconocimiento obtenido también gracias a la familia Medici, sus mecenas y comitentes habituales con quienes tuvo una relación turbulenta pero cercana.
LA DURA VIDA DE UN ARTISTA
Cierto es que si pensamos en un artista, pintor, escultor u otro, y no estamos muy familiarizados con todo lo relacionado con la vida cotidiana de estas profesiones, probablemente caeríamos en cierta ingenuidad, como la de creer que la figura de un pintor, por ejemplo, se limita simplemente a recrearse en el lienzo en un estudio cómodo y bien iluminado, motivado por una inspiración constante.
Sin embargo, la realidad está lejos de esto.
Porque para todo lo que necesita esfuerzo y en particular para las cosas creativas, nos encontramos en la mayor parte del tiempo inmersos en problemas y dificultades que hacen que la pasión sea de poco consuelo, esto en caso de que esté presente y no sofocada por el continuo malestar y estrés de la situación.
Y para nuestro Miguel Ángel, esto se incrementó aún más por su falta de afinidad por la pintura y las pésimas condiciones en las que tuvo que llevar a cabo su trabajo ya tan poco gratificante.
A nadie le hubiera gustado pintar durante horas con la espalda en una tabla de madera rígida, acostado en una posición lejos de ser agradable y con la pintura tan amada por nuestro amigo, además tóxica, que le goteaba por su rostro.
Su estado de ánimo y su estado de salud empeoraron a parejo paso, y ya la incómoda naturaleza de su forzada colaboración artística no había hecho más que enojarlo cada día más, y al no poder expresar abiertamente estas frustraciones, contuvo este odio adentro menos que para algunos confidentes, a quienes escribió sus resentimientos en forma de sonetos en los que expresó todo su ánimo irritado.
Uno de los más divertidos y conocidos es el soneto de Miguel Ángel dedicado a Giovanni Da Pistoia, una queja dedicada precisamente a las condiciones de su trabajo en la Capilla Sixtina, todo imbuido de una ironía de la cual no se puede culpar, completamente comprensible, a la que es inevitable sentir una empatía hacia el pobre artista al leerlo.
(...) Mi pintura esta muerta defiéndela por mí, Giovanni, protege mi honor, No siendo en lugar bueno, ni yo pintor.
Un autorretrato cómico completamente singular, que también denota en el último verso el hecho de que él se consideraba un escultor de naturaleza y no un pintor, ya que la fama lo «pintó».
En este sentido, en el Juicio Final, un enorme fresco que representa la subdivisión de los santos, los ángeles y Jesús en el Paraíso, para luego descender hasta el infierno con otras personas célebres. Como si no fuera suficiente el simbolismo cristiano existente, también hay muchas referencias puramente personales que nuestro autor ha querido agregar por evasión y deleite, pero también por malicia, digamos.
EL CELESTIAL TRASERO
De esto quizás os habéis dado cuenta si habéis observado las figuras del Génesis con el justo interés en los detalles.
Bueno, sí, colocado en la parte dedicada a la representación de la Creación del Sol y de la Luna, Dios muestra entre trapos otro tipo de … luna. Y después de todo lo que sabemos sobre nuestro querido y excéntrico artista, podemos estar bastante seguros de que fue a propósito. ¿Por despecho, por disfrute personal? Nunca lo sabremos.
Sin embargo, debe especificarse que Miguel Ángel era un cristiano muy devoto y ciertamente no lo hizo para ofender o insultar la figura divina (se sabe que pensaba que su arte fue inspirada por el mismo Dios, por lo que es poco probable lo contrario), pero que sea estado más una cuestión personal de irritación contra la mayoría de los Papas, clérigos y artistas de la corte y contra su hipocresía, que a menudo se convertía en una censura del arte, en particular de la suya.
De hecho, el entero Juicio Final, compuesto por desnudos, tuvo que modificarse para cubrir con trapos y túnicas las figuras consideradas demasiado vulgares para su función en una capilla, para luego ser restauradas la mayoría de ellas en una fecha más reciente.
UN CEREBRO DIVINO
En su amplia gama de intereses, siendo una persona curiosa y estudiosa de todos los aspectos humanos y artísticos, también en la ciencia encontró su encanto, en particular en el descubrimiento de nuevos aspectos que de otra manera no podrían ser captados por la visión tradicionalista y conservadora. Es por eso que, como Leonardo Da Vinci y muchos otros, se apasionó por el estudio sobre la disección de los cuerpos, una parte fundamental para el conocimiento absoluto del cuerpo humano y su anatomía para la representación integral y veraz de las figuras que estos artistas representaron en el frescos y esculturas.
Y es por eso que los críticos de arte identificaron algo interesante en la famosa escena del hombre que toca con el brazo extendido el dedo de Dios entre una tela, o esto era lo que creíamos que era. Aparentemente, esa tela puesta detrás parece ser en realidad un cerebro humano.
Esto seguramente solo irritó a los miembros del clero y a los otros artistas oscurantistas, que veían en el acto de disección y, en consecuencia, en la ciencia en general, un peligro potencial para la Fe , porque con el conocimiento venía la educación y, por lo tanto, la pérdida de ese control dogmático de las masas ignorantes que era tan conveniente para el Estado de la Iglesia para mantener el poder social y por lo tanto económico.
TODOS AL GIMNASIO
Una cosa que los críticos modernos siempre le han reprochado es que, a pesar del gran prodigio artístico que era Miguel Ángel al recrear la fisionomía humana en las estatuas, al pintar esto a veces se perdía en una «exuberancia» de la musculatura. ¿Sabes a qué me refiero?
Todos parecen salir de una sesión intensiva de gym, y seamos sinceros, no todo se trata de ejercicio, también un poco de esteroides.
Pero lo curioso es que todos son así, y con esto me refiero a todos. No solo los hombres parecen «ultra musculosos», sino también las mujeres, totalmente desproporcionadas en su anatomía.
Ciertamente, la ausencia de interés en el cuerpo de la mujer es evidente, al menos no comparable a la marcada propensión y admiración por la anatomía masculina, y todos podemos intuir el por qué de su vida social y privada, pero es cierto que, como artista, podría haberse esforzado un poquito más para representar el género femenino en vez de pintarlas como hombres con pechos más prominentes como si eso solo hiciera la gran diferencia, ¿no crees?
EL AMOR NO TIENE LÍMITES
Sobre lo que se dijo en la curiosidad anterior, se sabe que la preferencia homosexual del artista se vierte inevitablemente en sus obras (como de hecho ha sucedido en las obras de muchos otros artistas en su contraparte heterosexual durante siglos, solo que esta está más estigmatizada y subrayada con la intención de querer denigrar la afirmación de que esta afinidad sexual que siempre ha estado allí pero que siempre se ha querido ocultar), y también en la Capilla Sixtina, lugar donde en la superficialidad de la imagen social era orgullosamente homofóbica, pero que en realidad era el escenario de la depravación digna de esa repulsión que tanto incentivaban en la homosexualidad, podemos encontrar referencias curiosas.
De hecho, en el muro final donde se encuentra el Juicio Final, hay dos hombres homosexuales en el lugar donde Miguel Ángel y todos consideramos correcto encontrarlos: el Paraíso.
Claro mensaje del artista sobre la visión estrecha de la Iglesia en este tema, que para la crónica siempre ha negado esta interpretación, reconociendo en estas dos figuras una felicidad ardiente pero no de naturaleza afectiva. Obviamente.
EN TU CARA, BIAGIO
Como si aún no estuviera harto de pintar casi por completo él solo esta monumental obra de arte en esas incómodas posiciones y además con el envenenamiento que estaba recibiendo gracias a las tinturas que goteaban por su rostro, un día tuvo que venir el caballero Biagio di Cesena, maestro de ceremonias pontificio, a juzgar el trabajo que Miguel Ángel estaba llevando a cabo hasta ese momento.
Éste probablemente cubrió su rostro con horror teatral, imagino, al observar tantos desnudos por la parte de la Capilla sin ningún velo celestial suspendido mágicamente para cubrirlos.
Entonces se lanzó inmediatamente al Papa que era el Papa Pablo III en ese momento, para quejarse de que el Juicio Final estaba tan lleno de desnudos impúdicos, afirmando con un talante molesto y despectivo, que más que en la Capilla tendría que estar en una taberna.
Miguel Ángel no esperó mucho antes de dedicar un retrato que le vino del corazón a su nuevo fan, precisamente en la obra que estaba pintando.
Lo representó en lugar del personaje de Minosse, con una hermoso mordisco de serpiente en las partes nobles como dedicatoria, y unas simpáticas orejas de burro que enmarcaban a la perfección el rostro de Biagio di Cesena, al que Miguel Ángel se encargó de pintar con precisión.
Se había ganado un lugar en el infierno personal de Miguel Ángel.
Cuando Biagio di Cesena lo vio, fue a acusarlo y a protestar nuevamente por Pablo III, pero éste al verlo astutamente comentó que el infierno desafortunadamente no era su jurisdicción y, por lo tanto, no podía hacer nada.
«Si te hubiera puesto en el purgatorio, haría cualquier cosa para alzarte, pero en el infierno no puedo hacer nada.«
cit. Papa Pablo III
Citación preciosamente reportada por Giorgio Vasari, el historiador y pintor que fue un poco la Gossip Girl del Renacimiento, el amigable drama lover del vecindario, si lo prefieres.
Ciertamente, sus servicios han sido muy útiles para nosotros para hacer llegar este grande y cómico comentario a nuestros tiempos, lo que sin duda nos hace reír al pensar en la reacción indignada de Biagio al escuchar la respuesta del Papa.
EL FENÓMENO DE MIGUEL ÁNGEL
El llamado «Fenómeno Michelangelo» nació en la psicología como el proceso social por el cual, en una pareja , los miembros de la relación de amor influyen positivamente y, por lo tanto, de alguna manera «esculpen» a sus parejas de acuerdo con su propio ideal que fomentan y fomentan a través de comportamientos continuos positivo el uno hacia el otro.
Un poco como cuando tratamos de sacar lo mejor de los demás buscando momentos y oportunidades para congratularles y estimularlos para que puedan demostrar ser personas excelentes tal como son.
Una herramienta muy útil, y aparentemente también ampliamente utilizada en relaciones matrimoniales exitosas, ya que estas técnicas de afirmación perceptiva y conductual hacen que la otra persona comience a cambiar su ser de acuerdo a ese ideal que con tanto cuidado y atención su pareja muestra que lo es todos los días, logrando mejorar tanto en lo personal como emocionalmente gracias a los buenos sentimientos de aprobación y apoyo que han intercambiado, y que caracterizan las relaciones de pareja saludables y duraderas.
Entonces, ¿qué tiene que ver nuestro Miguel Ángel con la terapia matrimonial?
Como ya he sugerido al principio, el acto de esculpir a la pareja se relaciona como una metáfora a una de las citas más célebres del famoso escultor, que sin embargo, en realidad se le atribuyó erróneamente, ya que no hay testimonios o documentos que atestigüen que la cita completa realmente le pertenecía a él, pero podemos suponer que quizás el concepto en sí era suyo.
» Vi un ángel en el mármol y esculpí hasta liberarlo»
“Ho visto un angelo nel marmo e ho scolpito fino a liberarlo”
cit.Michelangelo probablemente?
Cualquiera sea la historia, sigue siendo una hermosa frase icónica que hace honor a nuestro Divino.
Como nota curiosa, el efecto opuesto al fenómeno de Miguel Ángel se define como el fenómeno Blueberry , en el cual, en lugar de aumentar la autoestima y el crecimiento personal de la pareja/compañero devida, los partners instigan la versión peor entre sí. denigrándolos y atormentándolos en cada oportunidad.
Por alguna razón, se eligió el arándano para simbolizar esta relación de pareja poco saludable.
Y aquí termina nuestra ventana artística sobre las curiosidades de la vida de Michelangelo Buonarroti, un hombre con un ánimo despectivo y orgulloso de cual ninguno podía evitar admirar y envidiar.
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