LAS PLANTAS PIDEN AYUDA LLORANDO
LAS PLANTAS SIENTEN Y SE LAMENTAN CUANDO SON COMIDAS
Que los animales sufren físicamente se sabía, nosotros los humanos también somos animales y sentimos dolor cuando somos agredidos. Lo que algunos tal vez no sabían hasta ahora, es que las plantas también sufren cuando son mutiladas o están bajo ataque.
Una investigación publicada en la revista Plos ONE, de la Universidad de Wageningen y del Instituto de Ecología en Holanda, llegó a la conclusión que algunas plantas como la mostaza negra, cuando advierten la presencia de agresores, emiten ciertos componentes químicos hormonales volátiles para atraer ciertos “aliados”, como ciertas avispas, en su ayuda.
El hecho que las plantas tengan un sistema de defensa tan sofisticado es insólito, pero aún es más sorprendente lo que mostró la misma investigación: las plantas cuando son agredidas advierten a sus congéneres vecinos del peligro inminente, emitiendo en el aire un gas volátil.
Cuando las plantas vecinas advierten el gas de alarma, como respuesta preventiva al inminente peligro, inician la producción de ciertas sustancias químicas tóxicas y de sabor desagradable, en modo de disuadir de sus intenciones a los posibles agresores.
LAS PLANTAS PUEDEN “HABLAN” ENTRE SÍ
Otro estudio en la Universidad de Australia Occidental reveló una noticia impresionante: las plantas emiten ciertos sonidos y provocan una respuesta de movimiento hacia otros sonidos símiles.
La investigación concretamente mostró como los retoños de maíz responden a ciertos sonidos similes a los emitidos por ellos y de consecuencia son atraídos por éstos.
El experimento consistió en lo siguiente: Sumergieron las raíces de algunos retoños de maíz en agua. A continuación emitieron en su entorno cercano un sonido contínuo a 220 Hz, una frecuencia similar a los rumores que emite normalmente la misma planta. Después observaron la reacción, sorprendentemente la planta crecía en la dirección del sonido “familiar”.
De alguna manera, ¿podríamos considerar que algunas plantas “hablan”? Muchos dirían que más bien se comunican a través de un sonido, el cual lo consideran similar al suyo y por tanto se sienten atraídas por él. Pero ésto, ¿no se le considera hablar?
CÓMO INTERPRETAR ESTOS DATOS CIENTÍFICOS
La primera impresión que nos viene en mente a considerar es que todas éstas, son respuestas “inteligentes”. La percepción de un potencial enemigo y la consideración como tal, son verdaderamente estrategias de defensa predefinidas. Mecanismos para mantener la propia vida.
Pero, ¿podemos considerar a las plantas seres conscientes?, es decir, ¿podemos considerar las plantas capaces de percibir un ataque o incluso el dolor físico teniendo una percepción de sí mismas y del entorno que las rodean?
La ciencia nos muestra estos hechos increíbles pero también nos advierte que las plantas no poseen sistema nervioso ni cerebro, por lo que la percepción del dolor, tal como lo entendemos sería difícil de demostrar, por ahora.
Evidentemente la conciencia de sí mismas, de sus símiles y del ambiente que le rodea, que demuestran de algún modo las investigaciones, podemos interpretarlas sólo a nivel químico, lo que no le quita importancia y nos deja igualmente perplejos.
Sin embargo, como decía Gian Domenico Campanella (1568-1639), todas las cosas tienen conciencia de sí. Son dotadas de una sabiduría innata, y también del amor hacia su ser y su existencia.
Quien siente el calor o siente la luz advierte sensibilidad, y quien se adapta al cambio sigue el principio de sobrevivencia.
LAS PLANTAS, SERES EXTRAORDINARIOS
Tal vez nuestro error, como humanos, es tratar de comparar las plantas a los animales, y de consecuencia a nosotros mismos.
Las plantas por sí mismas son seres extraordinarios, complejos a tal nivel que aún nos resulta difícil comprender el sentido que tiene su vida por sí sola en este mundo.
Tendemos a considerarlas como parte imprescindible de nuestra sobrevivencia y desarrollo, y no como seres independientes, las cuales podrían tener y de hecho tienen un objetivo proprio de existencia en este mundo.
Giordano Bruno (1548-1600) decía que todas las cosas pueden sentir, pero sienten a un nivel diferente de sensibilidad.
La Naturaleza tiene sensibilidad y de alguna manera la idea de una dimensión espiritual de todos los seres que la compone está siempre presente en nuestra conciencia.
Las cosas como decía Bruno, comunican entre ellas. Aunque el nivel de conciencia puede parecer que pertenece sólo al hombre, también los seres que consideramos “inferiores”, como las plantas pueden tener sensibilidad.
Los cosas que pertenecen a la Naturaleza mudan quedando en una dimensión eterna. Por lo que los seres no cambian, porque no hay una muda del ser, sino un mudar de los modos de existir.
Esta sensibilidad es un valor extraordinario, un valor que por sí sola merece nuestro respeto y consideración.
La existencia por sí misma es valiosa y extraordinaria, y como tal, nosotros los humanos como seres conscientes que somos, estamos en el deber de reconocer su propria dignidad también en otros seres.
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